Las Niñas Adivinas del Bosque
Habían sido brujas celtas que se negaron a convertirse en folclore. En un acuerdo con los nuevos dioses se les permitió seguir existiendo pero con una condición: mantendrían toda la sabudiuría de las ancianas en cuerpos de niñas.
La niñez representaba la inocencia y sólo si adoptaban la nueva religión y abandonaban toda práctica de hechicería crecerían hasta convertirse en verdaderas mujeres. Eso sí: perderían sus dones porque toda fuente de poder manaba de las nuevas deidades.
Renegadas como eran las cuatro brujas recicladas se adaptaron a la incomodidad de su existencia en pequeño formato y esperaron rabiosamente durante siglos el desmadre de los nuevos panteones porque ellas sabía que ni las deidades son eternas, así lo proclamen.
En los nuevos tiempos, cuando el panteón cristiano decae y aún no tiene reemplazo claro, el mayor problema de las brujas reconvertidas es la tala de su hábitat y preocupadas como están a veces tardan en aparecer cuando son convocadas. Para invocarlas, la reina de Nuevo Songo del Norte vestió la túnica verde del penitente forestal y calzó sandalias de piel de grifo, el mayor depredador de las brujas de los bosques.
Se internó en una zona de follajes muy tupidos, donde no daba el sol. Acampó en una tienda rodeada de cortesanos y de pajes, pero las Niñas Adivinas del Bosque no aparecían.
Ya la reina no sabía qué hacer para invocarlas y sólo consiguió una señal: la aparición juntos del párajo, el venado, la ardilla y el pez, cuando despidió a la corte, se quedó sola, plantó un árbol y se baño en el río, desnuda; su abundoso cuerpo en contacto con los elementos.
En presencia de las Niñas, la reina Leidí les preguntó: ¿debería autorizar de inmediato la boda real de la Princesa Heredera Unisexy López y King Normando, de la Casa de Urea, en la isla de Telonnes?
Ésta fue la respuesta de la bruja niña del vestido rojo, de quien se decía que había jugado a los yaquis con Santa Columba: "Este octubre tiene 5 viernes, 5 sábados y 5 domingos. Es un caso único, que según el calendario babilónico ocurre por primera vez en 555 años y se denomina El Décimo Feliz por ser octubre el décimo mes y contar con el día 10 del mes 10 del 2010 (10-10-10). Según la tradición de Kalend quien difunda este mensaje a 5 amigos antes de un día múltiplo de 5 recibirá 5 años de parabienes".
Ya estaba claro. El enlace tendría lugar en uno de esos días auspiciosos, aunque aún la reina quería saber qué opinaba el Invidende Oteante. Pero dónde estaba, cómo se llegaba él, cómo se le invocaba... Eso seguía siendo un misterio de dimensiones insondables.
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